Es la hora de las tortas!!!

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Cine: Cien años de perdón

Suelo hablar mucho de cine con amigos. Inevitablemente sale a colación el tema del cine español, que si sí que si no. Que si está hecho sólo para la crítica, que si sólo buscan subvenciones, que si falta industria… Tras muchos años de espectador y darle unas cuantas vueltas al tema, he llegado a dos conclusiones (que son mías y por tanto no son verdades absolutas ni tienen por qué ser compartidas por todo el mundo):

a) Que cuando hablamos de cine español es necesario distinguir entre “español” como género cinematográfico y como país de origen.

b) Que el cine español sólo atrae masivamente al público a las salas cuando copia el cine de Hollywood.

cien años de perdon-cartel

Y sí, para mí existe el cine español como género. Es lo que toda la vida se le ha llamado “españolada”. Se trata de, bien la comedia de enredo tonta con guion escrito en dos tardes y actores conocidos (que no buenos) o bien el drama lleno de personajes marginales, mucho patetismo y, si tiene el trasfondo de la guerra civil, puntúa doble. Y salen tetas. Estas películas tienen su público, desde luego, pero no llenan las salas. La crítica especializada suele elogiar estos dramas, su “valiente mensaje de crítica social” y sus “descarnadas interpretaciones”.

Ojo, que esto que digo también se aplica a Hollywood. Aquí no nos llega ni la décima parte de las películas que se producen en EEUU, pero el cine de Hollywood no son sólo tiros, explosiones y persecuciones de coches. Hollywood también es Gran TorinoMejor Imposible y Spotlight, por poner sólo unos ejemplos. Así que no digamos “el cine de Hollywood es tal o cual”, porque en Hollywood se hace mucho cine, y no todo son efectos especiales.

Una vez dicho esto, nos queda la segunda parte de mi conclusión. El cine español lo peta cuando imita a las películas de éxito de Hollywood. ¿Amenábar es un gran director? No, es un director de manual. Aplicó a sus películas lo que funcionaba en las películas de éxito de Hollywood. No ha inventado nada nuevo, sino que ha aplicado las técnicas norteamericanas a nuestro cine. A veces le ha funcionado, y a veces se la ha pegado, como pasa en los EEUU. Pero ha hecho que vaya a ver cine español gente que antes renegaba de nuestras producciones (como un servidor).

¿Y qué tiene esto que ver con la peli que hoy nos ocupa? Pues que Cien años de perdón destaca porque sigue la estructura y los patrones del thriller norteamericano, pero enmarcado a la perfección en el actual escenario económico, político y social español. Y sin caer en la crítica maniquea y posturista, lo cual es de agradecer.

Dirigida con un ritmo frenético, que no decae en ningún momento, por el veterano Daniel Calparsoro, este film cuenta la historia de un atraco con rehenes a la sucursal de un banco valenciano. Lo que debería haber sido un golpe rápido se va complicando cada vez más, entrando en escena la alta política. Porque ¿qué hay en la caja de seguridad 314 y por qué todo el mundo está interesado en hacerse con su contenido? Poco a poco vamos descubriendo las motivaciones ocultas de los personajes implicados en el atraco, tanto dentro como fuera del banco.

cien años de perdon-teaser

La película cuenta con grandes interpretaciones de los protagonistas Luis Tosar, Patricia Vico y Rodrigo de la Serna, acompañados por un puñado de secundarios entre los que destaca Raúl Arévalo como Jefe de Gabinete del partido político implicado, y un José Coronado que se adueña de la escena cada vez que aparece en su papel de coronel al mando de la operación.

La película nos tiene en tensión casi constante, mientras los ánimos se caldean dentro y fuera del banco, con algunos momentos de humor para aliviar, perfectamente dosificados, a cargo de uno de los atracadores (que, si bien hace un papel cuasi-cómico, en ningún momento llega a resultar cargante ni a romper el ritmo). Se notan las manos expertas del director Calparsoro (Combustión, Inocentes) y el guionista Jorge Guerricaechevarría (Celda 211, La caja Kovak), que han demostrado dominar el género del thriller policíaco, aunque en este caso el resultado recuerde poderosamente a Plan Oculto de Spike Lee.

Cien años de perdón es un thriller potente y muy bien escrito, con una dirección firme y un guion redondo. Cine de acción del bueno, bueno.